sábado, 30 de mayo de 2009

Juventud




Samuel Ullman de origen judío, nació en Hechingen, Alemania en 1840 donde es considerado como poeta y “Lugareño Ilustre”. Cuando tenia 11 años, emigra a Misisipi, Estados Unidos junto con sus padres, huyendo de la discriminación que sufrían los judíos en Europa.
Las heridas sufridas cuando se alistó en el 16º regimiento de Misisipi, para luchar en las campañas norteñas de Virginia, le ocasionaron lesiones en un oído que a la larga le derivarían en una sordera permanente, lo que le avocaría definitivamente a la escritura. En su retiro, provocado en parte por su perdida de audición, Ullman encontró refugio en una de sus pasiones preferidas - letras, ensayos y poesía. Sus poemas y ensayos poéticos tocan temas tan variados como el amor, la naturaleza, la religión, la familia, y vivir.
Con 70 años escribió el ensayo poético "Juventud" que se convirtió en un lema para el General Douglas MacArthur, quien lo colgó en una pared de su oficina en Tokio y que a menudo lo mencionaba en sus discursos.

 La influencia de general MacArthur dio popularidad al poema a través de Japón ya que los japoneses encontraron en dicho poema la energía espiritual para perseguir la reconstrucción de sus propias vidas y de la de su nación.



"Juventud"



La juventud no es una época de la vida; es un estado mental. No consiste en tener mejillas sonrosadas, labios rojos y piernas ágiles. Es cuestión de voluntad; implica una cualidad de la imaginación, un vigor de las emociones, es la frescura de las profundas fuentes de la vida.
Juventud; es el predominio temporalmente del arrojo sobre la pusilanimidad de los apetitos, del ímpetu aventurero sobre el apego a la comodidad. Esta actitud a menudo se encuentra más en un hombre de 60 años que en un muchacho de 20 años.
Nadie envejece meramente por el número de años que ha cumplido. Envejecemos cuando desertamos de nuestros ideales. Los años pueden arrugar la piel pero cuando se renuncia al entusiasmo, le salen arrugas al alma.
Las preocupaciones, el temor, la falta de confianza en uno mismo, encogen el corazón y aniquilan el espíritu. Lo mismo a los 60 años que a los 216, en todo corazón humano palpitan el ansia por lo maravilloso, el constante apetito como de niño por lo que ha de venir y la alegría inherente al juego de la vida.
En el centro del corazón - del tuyo y del mío - existe una estación de radio. Mientras recibas mensajes de belleza, esperanza, alegría, valor y fuerza, tanto de los hombres como del infinito seguirás siendo joven.
Cuando se abatan tus antenas, cuando las nieves del cinismo y el hielo del pesimismo cubran tu espíritu, entonces si habrás envejecido aunque sólo tengas 20 años. Pero mientras tus antenas sigan en alto, dispuestas a captar las ondas del optimismo hay esperanza de que mueras joven, aún cuando seas un octogenario.

Samuel Ullman

(falleció en 1924 a la edad de 84 años)

(En las cercanías de la ciudad de Hechingen, sobre un cerro se encuentra el Castillo de
Hohenzollern)

3 comentarios:

  1. ¡Increíble poema!
    Lástima que uno deje de tener optimismo después de los cinco años.

    Sólo le recuerdo una cosa, mi querido bloguero:
    ¡¡Ya es viernes!!, recuérdelo bien.

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  2. gracias por recordarnos que aquello de juventud divino tesoro es una realidad, aunque seamos nonagenarios o centenarios...

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  3. ¡Se le extraña a que escriba más, señor, lo hace muy, pero muy bien!

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